Investigadores demostraron que las enormes estatuas de la isla de Rapa Nui (Isla de Pascua, territorio en el océano Pacífico administrado por Chile) fueron transportadas de pie, "caminando" hasta su ubicación actual, según un estudio reciente publicado en la Journal of Archaeological Science.
Los antropólogos Carl Lipo y Terry Hunt, especialistas en esta cultura polinésica, aseguran que los antiguos habitantes polinésicos no usaron los troncos de los árboles para mover las esculturas, como plantea la teoría tradicional.
"Los moáis 'caminaban': la evidencia está tallada en piedra, validada mediante experimentos y celebrada en la cultura contemporánea de rapa nui", escriben Lipo y Hunt.
Modelos 3D y experimentos confirman el hallazgo
Tras analizar casi 1.000 moáis, los investigadores propusieron un modelo 3D basado en movimientos de balanceo controlado con cuerdas atadas a la estatua, lo que permitía avanzar con un mínimo esfuerzo.
De esta forma, las figuras se habrían desplazado de manera vertical, balanceándose de un lado a otro, para seguir un camino y alcanzar su posición final.
En 2012, los autores ya habían puesto a prueba su hipótesis: 18 personas lograron mover una réplica de moái de 4,35 toneladas durante 100 metros en 40 minutos.
"Una vez que lo pones en movimiento, no es nada difícil: la gente lo empuja con un solo brazo. Ahorra energía y se mueve muy rápido", explica Lipo.
"La física tiene sentido. Lo que vimos experimentalmente realmente funciona. Y a medida que se hace más grande, sigue funcionando", agrega.
Debate científico sobre el transporte de los moáis
El nuevo estudio responde a las críticas que los autores han recibido durante años: "La pregunta es por qué algunos estudiosos, a pesar de afirmar su fidelidad a los principios científicos, siguen negándose a aceptar este modelo para el transporte de los moáis", plantean Lipo y Hunt.
El autor Jared Diamond, quien popularizó la idea de un "ecocidio" del pueblo rapa nui, rechazó en 2012 la teoría expuesta por Lipo y Hunt, calificándola como una "receta implausible para el desastre", recuerda el medio especialista Science Alert. En ese entonces, Diamon argumentó que muchas estatuas se habrían roto al ser transportadas por terrenos montañosos.
Sin embargo, Lipo y Hunt replican que la evidencia arqueológica muestra otra realidad: "El argumento (de Diamond) ignora tanto la física del movimiento controlado del péndulo como las pruebas arqueológicas", escriben los autores.
"Su adhesión al transporte horizontal (sobre rodillos de madera) probablemente refleje su compromiso con su narrativa del 'colapso' más que una evaluación empírica", añaden.
Ingenio del pueblo rapa nui y revisión del "ecocidio"
El estudio también cuestiona la idea de que el pueblo rapa nui sufrió un ecocidio autodestructivo. Los investigadores señalan que nuevas evidencias genéticas y arqueológicas apuntan un colapso demográfico provocado por causas externas, como incursiones esclavistas y enfermedades introducidas.
Los moáis son un símbolo de la creatividad del pueblo rapa nui: "Esto demuestra que era un pueblo increíblemente inteligente. Lo hicieron de una manera coherente con los recursos que tenían. Por lo tanto, realmente hay que honrar a esas personas", plantea Lipo.
Lipo y Hunt cierran su estudio con una provocación a sus detractores: "Encuentren alguna prueba que demuestre que no podían caminar. Porque nada de lo que hemos visto en ningún sitio refuta esa teoría. De hecho, todo lo que hemos visto y pensado hasta ahora no hace más que reforzar ese argumento", concluyen.
Editado por Jose Urrejola, con información de Science Alert, scitechdaily.com y Journal of Archaeological Science.
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