martes, 30 de septiembre de 2025

¿Es Rentable Estafar a Señoras en Facebook? Confesiones de un Ex-Estafador

Hola. Sé que no merezco simpatía, y no la pido. Mando mi historia a este blog, porque creo que algo de humanidad me quedó. Durante casi dos años, mi "trabajo" fue estafar a mujeres, principalmente señoras de mediana edad, en Facebook. ¿Por qué? Porque, para responder a la pregunta del título: Sí, es terriblemente rentable. Y hoy voy a contarles cómo lo hacíamos, no para glorificarlo, sino para que usted, su madre o su tía, no sean la próxima víctima.





Mi nombre es falso, digamos "Joaquín". Y esta es mi confesión.



El modo de Caza: ¿Por Qué las Señoras en Facebook?


No es personal. Es estadística. Las mujeres de 45 a 65 años son un blanco perfecto: suelen tener ahorros, son emocionalmente vulnerables (hijos que se independizan, duelos, soledad), y, con todo respeto, su educación digital no siempre está a la par de su bondad. Confían. Y nosotros explotamos esa confianza.



El Manual del Perfecto Canalla: Nuestras Técnicas Favoritas


No usábamos capuchas ni armas. Nuestras herramientas eran el engaño, la paciencia y la ingeniería social. Aquí el desglose de nuestro modus operandi:


1. El Perfil Falso: La Carnada Perfecta

Crear un perfil era un arte. No era un "Hola, soy príncipe nigeriano". Era más sofisticado. Buscábamos a un hombre atractivo de unos 50-60 años, quizás un empresario semi-retirado, un viudo con un perfil un poco triste pero con fotos de viajes y sonrisas auténticas (robadas de perfiles reales, claro). El perfil debía irradiar estabilidad, éxito y una pizca de vulnerabilidad emocional. Una combinación letal.



2. El Acercamiento: La Pesca con Caña, no con Red.

No enviábamos mensajes masivos. Íbamos a grupos específicos: de manualidades, de amantes de los perros, de apoyo emocional, de recetas. Observábamos quién publicaba sobre sentirse sola o quién interactuaba mucho. Luego, llegaba el "Hola, vi tu comentario en esa receta de lasaña y me encantó, mi esposa solía hacerla igual..." Boom. Conexión emocional instantánea. La ingeniería social comienza con un punto en común fabricado.



3. El Romance Relámpago: El Amor Bombardeo (Love Bombing)

En una semana, la conversación pasaba de la lasaña a "eres el hombre que siempre soñé". Nos volvíamos su confidente, su amante virtual. Mensajes dulces todo el día, halagos, promesas de un futuro juntos. Les dábamos la atención que quizás no recibían en casa. Ellas se enamoraban del fantasma que creamos. La necesidad emocional nubla por completo el juicio crítico.



4. La Crisis Fabricada: El Gatillo del Desembolso

Llegaba el momento de la verdad.Tras un mes o dos de romance, llegaba la "emergencia". Las excusas eran variadas, pero siempre urgentes y creíbles:


· "Mi hija está en el hospital en el extranjero y no puedo acceder a mi dinero para pagar la cirugía."

· "Tuve un problema con mi tarjeta de crédito y no puedo pagar el hotel donde me estoy quedando por trabajo."

· "Un socio me traicionó y necesito un préstamo pequeño para salvar mi empresa, te lo devolveré con intereses."


La clave: presión y urgencia. "Si no me ayudas ahora, perderé todo/ mi hija empeorará". El pánico las hacía actuar, no pensar.





5. El Método de Pago: Sin Rastro

Nunca transferencias bancarias directas a nuestro nombre. Usábamos:



● Giros postales o Western Union: Anónimos y rápidos.

● Criptomonedas: Para los estafadores más "profesionales". Les "enseñábamos" a comprar Bitcoin para "invertir juntos en el futuro".

● Tarjetas de regalo: Google Play, Amazon, Steam. Fáciles de comprar, imposibles de rastrear y se revenden en el mercado negro por un 80% de su valor.

● Mulas de dinero: Otras mujeres a las que teníamos enganchadas y de las cuales habíamos obtenido acceso a sus cuentas bancarias para ahi recibir depósitos de otras mujeres.


Una vez recibido el pago, el perfil se esfumaba. Bloqueo total. Y la señora se quedaba con el corazón roto y la cuenta bancaria más ligera.




La Cruda Realidad: ¿Cuánto Ganaba?


En un buen mes, podía sacar entre 3,000 y 10,000 dólares. Todo en efectivo virtual. Era un negocio frío y calculado. Tenía "clientes" recurrentes a los que podía estafar dos o incluso tres veces, porque cuando contactaba desde un perfil nuevo, les decía "mi cuenta fue hackeada, era un estafador, ¡por suerte te encontré de nuevo!" y la historia repetía.




Desde el Otro Lado: Cómo No Caer


Ya no soy esa persona. O al menos, estoy intentando no serlo. Y por eso, les doy estos consejos desde la trinchera enemiga. Compártanlos con las señoras que aman.


1. Desconfía del Príncipe Azul Digital: Si un hombre perfecto, exitoso y guapo te contacta de la nada en Facebook, es una bandera roja del tamaño de un estadio. El amor verdadero no llega por inbox en dos semanas.

2. Verifica la Identidad: Pide una videollamada. Siempre. Nosotros teníamos excusas: "mi cámara no funciona", "estoy en un sitio con mala señal", "soy tímido". Si después de un mes no hay una videollamada real, es un fantasma.

3. El Dinero es un Tema Prohibido: Bajo ninguna circunstancia, NUNCA, des dinero a alguien que solo conoces por internet. Punto. Un hombre de verdad jamás le pedirá dinero a una mujer con la que tiene una relación romántica.

4. Investiga la Foto: Haz una búsqueda inversa de imágenes en Google. Si esa misma foto aparece en el perfil de un modelo ruso o un doctor de otro país, ya tienes tu respuesta.

5. Habla con Alguien: El aislamiento es nuestro mejor aliado. Cuéntale a un hijo, a un amigo, a un hermano sobre esta "increíble" relación. Una perspectiva externa puede ver las señales de alarma que el corazón no quiere ver.


Al final, la rentabilidad de estafar señoras en Facebook depende de una sola cosa: la desinformación y la soledad de las víctimas. Si compartimos estas tácticas, les quitamos su poder.




Cortesía de "Joaquín"



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