Cada día está lleno de ansiedad y agotamiento. Los constantes bombardeos israelíes, la falta de sueño y la búsqueda de comida son abrumadores para la población desplazada de Gaza.
"El día gira en torno a pensar dónde encontrar comida para mi familia”, dijo Raed Al Athamna, un padre palestino desplazado en la ciudad de Gaza, que habló con DW por teléfono, ya que los periodistas extranjeros no pueden entrar en Gaza.
"No hay nada que comer. No hay pan, ya que no puedo permitirme comprar harina. Es demasiado cara. Hoy hemos comido lentejas para los niños y mi madre, pero mañana, no sé”.
Al Athamna, que anteriormente trabajaba como chofer para periodistas extranjeros en Gaza, dijo que ya no tenía palabras para describir la situación. "Hay ataques aéreos y bombardeos israelíes constantemente. He visto a gente desmayarse en las calles porque no han comido. Las redes sociales están llenas de videos de gente que se derrumba”.
DW habló con Raed Al Athamna en mayo, justo después de que el Gobierno israelí permitiera por primera vez la entrada de algunos camiones de ayuda en Gaza, tras un bloqueo de casi tres meses. En ese momento, pensó que la situación no podía empeorar para los 2,1 millones de habitantes de Gaza.
Dos meses después, Al Athamna describió la situación como "realmente mala”: "No se puede encontrar ni un trozo de pan, es una situación muy difícil. Estoy aquí con mis nietos, están llorando, no paran de decir: 'Queremos un trozo de pan'. Y si no puedes darles nada, no lo entienden. Eso te rompe el corazón".
Las organizaciones internacionales dan la voz de alarma
Las organizaciones internacionales de salud y ayuda humanitaria han dado repetidamente la voz de alarma sobre las condiciones y la falta de suministros vitales en Gaza durante los 21 meses de conflicto.
Según la agencia humanitaria de la ONU OCHA, casi el 88 % de Gaza está ahora bajo órdenes de evacuación o designado como zona militar. Estas zonas incluyen la mayor parte de las tierras agrícolas de Gaza, lo que concentra a la población desplazada en un espacio cada vez más limitado y complica el acceso humanitario.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó el miércoles (23.07.2025) que una gran parte de la población de Gaza se estaba muriendo de hambre. "No sé cómo se podría llamar más que ‘hambruna masiva', ha sido provocada por el hombre y eso está muy claro”, señaló.
Ross Smith, director de emergencias del Programa Mundial de Alimentos (PMA), dijo el lunes 21 de julio de 2025 que la crisis alimentaria de Gaza "ha alcanzado nuevos y sorprendentes niveles de desesperación”. Afirmó que "un tercio de la población lleva varios días seguidos sin comer, lo que incluye a mujeres y niños”.
El jueves (24.07.2025), el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, informó de que, en lo que va de julio, 48 palestinos han muerto por desnutrición, y 59 desde principios de 2025. Esa cifra supone un aumento con respecto a los 50 palestinos muertos por esa causa en 2024 y los cuatro fallecidos por el mismo motivo en 2023, cuando Israel inició su guerra contra el grupo militante Hamás en Gaza, tras el ataque terrorista de Hamás al sur de Israel, el 7 de octubre de 2023. Las autoridades israelíes han rebatido estas afirmaciones, calificándolas de propaganda.
Los precios de los alimentos se disparan en medio de la escasez
Eyad Amin, padre de tres niños pequeños que ha encontrado refugio en la ciudad de Gaza, está desesperado. "No hay comida y, cuando la hay, es muy cara”, declaró este hombre de 43 años a DW.
Amin, antiguo propietario de una papelería, logró comprar algunas verduras, pero a precios que la mayoría de la gente no puede permitirse. "Hoy compré dos papas, dos tomates y unos pimientos verdes. Estos sencillos productos me costaron 140 séqueles [alrededor de 36 euros]”, afirmó.
Como la mayoría de los palestinos de Gaza, Amin no tiene ingresos, pero recibe ayuda de familiares en el extranjero. Quienes no cuentan con ese apoyo se enfrentan a mayores dificultades.
Sherine Qamar, madre de dos hijos que vive en el norte de la ciudad de Gaza, depende del apoyo de sus padres. "Prácticamente vivimos sin comida, y lo que comemos es solo para sobrevivir. Todos hemos perdido mucho peso, yo personalmente he perdido 15 kilos en los últimos cuatro meses”, cuenta.
La atención médica plantea retos adicionales. "Cuando mis hijos se enferman por desnutrición o por cosas como la gripe, no encontramos medicamentos en los hospitales ni en las farmacias, y tenemos que esperar largas horas en organizaciones internacionales y hospitales para conseguir analgésicos”, explicó Qamar a DW.
Las entregas son muy insuficientes: grupos de ayuda humanitaria
En marzo, las autoridades del Gobierno israelí cerraron el paso fronterizo de Gaza, alegando preocupaciones sobre el desvío de la ayuda por parte de Hamás. Estas restricciones se levantaron parcialmente en mayo, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel estaba actuando para evitar una "crisis de hambruna”.
La distribución de la ayuda pasó de los mecanismos establecidos de la ONU a la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, que distribuye cajas de alimentos preempaquetadas desde tres ubicaciones en zonas militarizadas controladas por Israel.
Actualmente, según cifras de la ONU, entran en Gaza una media de 28 camiones de ayuda al día, lo que, según las organizaciones humanitarias, no cubre las necesidades de la población.
MedGlobal, una oenegé con sede en Estados Unidos que gestiona centros de apoyo nutricional en Gaza, informó que "los casos de niños con malnutrición aguda casi se han triplicado” desde principios de julio.
"Ya no hay margen”, declaró a DW John Kahler, cofundador de MedGlobal y pediatra que trabajó en Gaza el año pasado. "Cuando contraes un virus rápidamente tienes diarrea, lo que te lleva al límite, porque ya no te queda ninguna reserva física”.
"Lo terrible de Gaza”, añadió, "es que todo el mundo sabe que los suministros de alimentos están a solo 10 kilómetros de distancia”.
Aumentan los saqueos y las víctimas a medida que se agrava la escasez
El Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), el organismo militar israelí que supervisa los cruces, declaró a DW que "950 camiones de ayuda esperan del lado palestino” de los puntos de entrada. El organismo afirmó que Israel no restringe la ayuda humanitaria a Gaza, pero reconoció "importantes dificultades para reunir los camiones en el lado de Gaza”.
La ONU ha afirmado en repetidas ocasiones que el retraso en el paso fronterizo se debe a múltiples dificultades, entre ellas, a la coordinación con el Ejército israelí. Los camiones no pueden circular sin su autorización, para garantizar que puedan viajar con relativa seguridad desde el paso fronterizo hasta el almacén y los centros de distribución sin ser objeto de disparos por parte del Ejército de Israel.
Debido a la escasez de suministros, han aumentado los saqueos. El domingo (27.07.2025), un convoy del PMA fue objeto de disparos, lo que provocó víctimas entre las personas que esperaban la ayuda. En las últimas semanas, al menos 875 personas han muerto por disparos del Ejército de Israel mientras buscaban ayuda en uno de los puntos de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza, o mientras esperaban los camiones de la ONU que transportaban suministros, según la ONU.
"Solo fui una vez a buscar ayuda. Pero ya no voy más. Si te alcanzan o te hieren, nadie te ayuda. Simplemente mueres allí. Tampoco hay nada en los hospitales que te pueda ayudar”, dijo Raed Al Athamna, de la ciudad de Gaza.
Al Athamna agregó que la situación en general se ha vuelto imposible: "O mueres por los bombardeos o mueres por falta de comida. Siguen hablando con los políticos sobre un alto el fuego, pero no pasa nada y las cosas solo empeoran. ¿Qué se supone que debemos hacer?”
(md/cp)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario