Lo confieso, soy de esa generación que creció creyendo que las canciones debían tener, como mínimo, una estrofa, un puente y un estribillo que no se repitiera como mantra hasta el agotamiento. Así que cuando Peso Pluma irrumpió en todas las listas de reproducción, mi cerebro musical, acostumbrado a todo tipo de géneros, se encogió un poco. Y tras escuchar, analizar y, sí, sufrir un poco, he llegado a una conclusión personal e intransferible: con el debido respeto, creo que canto mejor yo con el culo que Peso Pluma con toda su entonación.
No es (solo) hate gratuito. Es una crítica constructiva desde mi perspectiva de oyente que echa de menos ciertas cosas en la música actual. Aquí van mis argumentos.
1. El Monotono: La Entonación de una Sola Nota.
Empezemos por lo básico: la entonación. Escucho sus temas y tengo la sensación de que hay una sola nota musical en todo el hit. Es un canturreo plano, un flow que se arrastra sin variación, sin matices, sin subidas que te ericen la piel ni bajadas que te hundan en el drama. Es como si la melodía fuera una línea recta dibujada con regla en un electrocardiograma: si no hay picos, es que no hay vida.
2. La Dicción: ¿Está Cantando o Mascando Chicle?
Entiendo el estilo "relajado" del disque flow urbano, pero hay una línea muy fina entre sonar desenfadado y sonar como si estuvieras con el hocico lleno de algodon. A menudo, es imposible discernir qué dice sin tener la letra frente a tus ojos. La musicalidad de las palabras, la fuerza de una consonante bien pronunciada, el juego con las sílabas… todo eso se pierde en una masa de sonidos guturales y arrastrados.
3. Autotune Como Muleta, No Como Herramienta.
El Autotune es un instrumento fantástico cuando se usa con creatividad (ejemplos hay miles). Pero existe una diferencia abismal entre usarlo para crear un efecto artístico y usarlo para enmascarar una falta total de técnica vocal. En Peso Pluma, siento que es lo segundo. El efecto es tan denso y constante que apaga cualquier atisbo de humanidad en la voz, convirtiéndola en un producto robótico y frío. ¿Podría sostener una nota sin ese filtro? La duda es pertinente.
4. Falta de Dinamismo y Energía Vocal.
Una buena voz, independientemente del género te transporta. Te hace mover los pies, cerrar los ojos, levantar los brazos. Transmite emoción: rabia, alegría, nostalgia. La voz de Peso Pluma, para mí, transmite una sola cosa: indiferencia. No hay picos de energía, no hay momentos de calma íntima, no hay un clímax que explote. Es una corriente constante y plana que, lejos de arrastrarte, te deja exactamente en el mismo lugar donde estabas.
5. La Producción Lo Es Todo (Y Eso es un Problema)
Este punto es crucial. Su "éxito" vocal es, en mi opinión, un 10% voz y un 90% una producción magistral. Los beats pegadizos, los hi-hats veloces, los bajos que retumban y los ingenieros de sonido que trabajan magia en el estudio son los verdaderos artífices del sonido. La voz es solo una pieza más, y bastante prescindible, dentro de una máquina de producción perfectamente engrasada. Quita la instrumentación y ¿qué queda? Muy poco.
Conclusión: No Es Mala Leche, Es Diferencia de Gustos.
Al final, todo se reduce al gusto. Peso Pluma ha encontrado una fórmula que conecta masivamente con un público, y eso, objetivamente, es un mérito innegable. En resumen, ha sabido capitalizar un mal momento cultural en nuestro pais.
Pero yo, desde mi trinchera de melómano anticuado, no puedo considerarlo un "buen cantante" bajo los parámetros clásicos (o no tan clásicos) del canto. Para mí, la buena música requiere vulnerabilidad, riesgo, técnica y una chispa de caos que demuestre que hay un ser humano detrás del micrófono.
Y mientras no vea (o escuche) eso, me reafirmo: con un poco de gases, hasta mi culo hace sonidos que podrían tener más alma. Y eso que los emito sin pensar.
¿Ustedes qué opinan? ¿Estoy completamente equivocado o hay algo de razón en mi diatriba? Los leo en comentarios.
Por: Gato Limpio
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