Los primeros europeos probablemente tenían el pelo oscuro, los ojos oscuros y la piel oscura. Hasta la Edad de Hierro, hace unos 3.000 años, las personas con pelo claro, ojos claros y piel clara eran la gran excepción. Así lo demuestran los resultados de la investigación de la genetista Silvia Ghirotto, de la Universidad de Ferrara, en Italia.
Según los resultados, los genes responsables de la piel, el pelo y los ojos claros sólo aparecieron de forma muy esporádica en los primeros europeos hace unos 14.000 años, en la fase tardía del Paleolítico.
Hoy en día, incluso hay regiones en el norte de Europa, en países como Noruega, Suecia y Finlandia, donde más del 80 % de la población es rubia por naturaleza. En el resto de Europa, el cabello rubio es más bien una excepción, ya que la mayoría de los europeos tienen el pelo castaño. En todo el mundo, sólo alrededor del 2 % de la población es rubia por naturaleza.
Difícil búsqueda de ADN utilizable
Para el estudio, el equipo de Ghirotto analizó 348 muestras de ADN procedentes de yacimientos arqueológicos de 34 países de Europa Occidental y Asia. La muestra más antigua, de 45.000 años de antigüedad, procedía del individuo Ust'-Ishim, descubierto en Siberia occidental en 2008. También fue especialmente significativa la muestra de ADN del individuo SF12 de Suecia, de unos 9.000 años de antigüedad.
Sin embargo, muchas de las muestras de ADN examinadas estaban tan dañadas o incompletas ("degradadas") que los investigadores no pudieron leer directamente las características de pigmentación (como el color de la piel, el pelo y los ojos). En su lugar, utilizaron métodos estadísticos para seguir sacando conclusiones sobre estas características.
La herencia africana de los europeos
¿Ventajas evolutivas de la piel y los ojos claros en Europa?
En el norte de Europa, por ejemplo, en Suecia, se produjo una acumulación de personas con el pelo y los ojos claros hace unos 3.000 años.
Según el estudio, el color claro de la piel podría haber supuesto una ventaja evolutiva para los primeros cazadores y recolectores. Con una luz solar más débil, podrían haber sido capaces de sintetizar más vitamina D, necesaria para la salud de huesos, dientes y músculos.
En cambio, el color más claro de los ojos probablemente no tenía grandes ventajas evolutivas. Los ojos azules o verdes se deben al azar genético o a la selección sexual, explica la genetista Ghirotto.
Sin embargo, aún no está claro qué ventajas evolutivas aportaron a los humanos de Europa la piel, el pelo y los ojos claros. También es necesario seguir investigando para determinar si el aumento de la pigmentación clara estuvo relacionado con cambios climáticos y migratorios en Europa.
(md/ rml)
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